Microsoft ha lanzado un ultimátum a los usuarios de Windows 10: si desean seguir utilizando el sistema operativo de forma segura después de octubre de 2025, deberán desembolsar $30 adicionales. Este cobro, nunca antes visto en el ámbito de actualizaciones de seguridad para consumidores, se aplicará para quienes decidan no migrar a Windows 11 y quieran mantener sus dispositivos protegidos ante vulnerabilidades críticas. Con el fin de soporte oficial cada vez más cercano, Microsoft está ofreciendo a los usuarios la opción de un año de Extended Security Updates (ESU) por una tarifa que, para muchos, representa un costo inesperado.
Los usuarios empresariales, por su parte, deberán
pagar $61 por el primer año de soporte extendido, y esta cifra irá
incrementándose de forma escalonada hasta llegar a $244 para el tercer año. Sin
embargo, a los consumidores se les dará una sola oportunidad de extender la
protección por un año, sin posibilidad de renovarla posteriormente, lo que
significa que después de octubre de 2026, Windows 10 quedará oficialmente
desprotegido para quienes no den el salto a Windows 11.
¿Por
qué ahora?
Desde hace tiempo, Microsoft está impulsando a sus
usuarios a dar el salto hacia Windows 11. Sin embargo, la transición no ha sido
tan sencilla. Las nuevas y estrictas exigencias de hardware, como el soporte
para chips de seguridad TPM y procesadores lanzados a partir de 2018, han
dejado fuera a millones de dispositivos que aún son funcionales, pero que no
cumplen con los requisitos de Windows 11. Este escenario plantea una disyuntiva
para los usuarios: invertir en nuevo hardware compatible o pagar por un año
extra de soporte para Windows 10 y esperar una solución a futuro.
Microsoft ha sido tajante en su mensaje: "Ahora
es el momento de moverse a Windows 11 con confianza," declaró Yusuf Mehdi,
vicepresidente ejecutivo y director de marketing de consumo de la compañía,
quien reiteró que esta última oportunidad de soporte es precisamente eso, una
última extensión que permitirá una transición más segura a Windows 11 o a un
nuevo dispositivo.
El
impulso (¿forzoso?) hacia Windows 11
Windows 11 aún enfrenta resistencia en cuanto a
adopción masiva. A pesar de que la compañía ha puesto sus esfuerzos en destacar
las virtudes de su nuevo sistema operativo, Windows 10 sigue siendo el favorito
de muchos, particularmente entre los usuarios de PC de juegos. Aunque Windows
11 llegó a superar brevemente en popularidad a su predecesor en plataformas
como Steam, en septiembre Windows 10 recuperó su lugar como líder indiscutible
entre los jugadores de PC.
Curiosamente, Microsoft reabrió su programa beta para
Windows 10 a mediados de este año, lanzando nuevas características para un
sistema que supuestamente estaba destinado a recibir solo actualizaciones de
seguridad hasta su final de soporte. Esta estrategia, que ha generado cierto
desconcierto, sugiere que la compañía está apostando por mantener a Windows 10
relevante hasta el último minuto, al tiempo que continúa alentando a los
usuarios a migrar hacia la versión más reciente.
La oferta de $30 de Microsoft no solo representa un nuevo modelo de monetización en torno a las actualizaciones de seguridad, sino también una señal clara de su intención de hacer de Windows 11 la opción por defecto para los próximos años.
5 opciones que debes considerar cuando finalice el soporte para Windows 10