Hoy, una propuesta dejó a Silicon Valley con la boca abierta: Elon Musk lanzó una oferta colosal de 97.4 mil millones de dólares para comprar la rama sin fines de lucro de OpenAI. Así lo reveló The Wall Street Journal en una noticia que rápidamente ha acaparado todos los titulares.
La oferta de Musk está respaldada por un impresionante grupo
de aliados, incluyendo su propia empresa de inteligencia artificial, xAI, y
gigantes de la inversión como Valor Equity Partners, el magnate de Hollywood
Ari Emanuel, y la firma de capital de riesgo 8VC, dirigida por Joe Lonsdale,
cofundador de Palantir. Con este respaldo, Musk está dejando claro que tiene
los recursos y la influencia para llevar esta oferta hasta el final, un hecho
que podría cambiar por completo la dirección de OpenAI.
Este es un momento clave para OpenAI. El CEO Sam Altman se
encuentra gestionando una serie de acuerdos multimillonarios: la conversión de
la empresa a una estructura con fines de lucro, una recaudación de $40 mil
millones con una valoración de $340 mil millones y un proyecto de
infraestructura de inteligencia artificial de $500 mil millones. Sin embargo,
para Musk, esta oferta representa su movimiento más audaz hasta la fecha para
desafiar lo que él considera una traición de la misión original de OpenAI: desarrollar
inteligencia artificial de manera segura y abierta. Esta acusación, que ha
generado controversia, incluso lo ha llevado a demandar a la compañía.
Musk no ha dudado en hacer público su descontento. "Es
hora de que OpenAI regrese a ser la fuerza para el bien que alguna vez fue,
centrada en la seguridad y el código abierto", declaró en un comunicado
emitido por su abogado, Marc Toberoff, a The Wall Street Journal.
"Nos aseguraremos de que eso suceda". Sin lugar a dudas, Musk está
dispuesto a hacer lo que sea necesario para cumplir su visión.
Lo interesante de esta oferta es que no solo añade una capa
de complejidad a los planes de OpenAI de convertirse en una empresa con fines
de lucro, sino que también introduce un juego de poder que podría alterar todo
el panorama. El equipo de Musk ha dejado claro que está dispuesto a igualar o
superar cualquier oferta superior, lo que pone a Altman y su equipo en una
posición incómoda. Ya de por sí, Altman se encuentra en conversaciones
delicadas con Microsoft y otros inversionistas sobre la distribución de
acciones en la futura estructura lucrativa.
Rechazo de parte del CEO de OpenAI
No pasó mucho tiempo antes de que Altman respondiera,
publicando en X: "No gracias, pero compramos Twitter por $9.74 mil
millones si te interesa". Este comentario fue rápidamente señalado por
OpenAI como la respuesta oficial a la oferta de Musk. Sin embargo, hasta el
momento, el abogado de Musk no ha emitido declaraciones adicionales, lo que
deja la situación aún más intrigante.
Este movimiento de Musk no es solo una oferta financiera, sino una jugada estratégica para recobrar el control sobre una de las empresas más influyentes en el sector de la inteligencia artificial. Si Musk logra hacerse con OpenAI, las implicaciones para el futuro de la IA, la seguridad tecnológica y la competencia en Silicon Valley serán enormes.
Cómo DeepSeek cambió el juego de la inteligencia artificial y sacudió a Wall Street