Uno de los mayores temores relacionados con la inteligencia artificial (IA) es su capacidad para reemplazar tareas humanas. Un experimento llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Brown demostró que este miedo podría estar justificado, al menos en el ámbito del desarrollo de software. En el estudio, se puso a prueba el modelo ChatGPT 3.5, asignándole la dirección de una empresa ficticia de desarrollo llamada ChatDev. Los resultados fueron sorprendentes.
Una empresa virtual dirigida por IA
ChatDev fue estructurada como una compañía real, con divisiones en diseño, codificación, pruebas y despliegue. Cada área estaba a cargo de diferentes instancias de la IA, que colaboraban mediante mensajes para tomar decisiones y reportar avances. La intervención humana fue mínima, limitándose a detalles básicos como la elección del lenguaje de programación.
El primer desafío de esta empresa liderada por IA fue crear un software sencillo: un juego de mesa llamado Gomoku, conocido en España como "cinco en raya". En solo siete minutos, la IA logró completar el desarrollo del juego, utilizando Python por su simplicidad y claridad. Además, corrigió vulnerabilidades detectadas antes de entregar el producto final. Puedes encontar el código del proyecto en GitHub.
Lo más asombroso es que el 86,66% de los proyectos desarrollados en este experimento fueron completados sin errores, con un coste aproximado de un euro por proyecto. Este nivel de eficiencia y precisión demuestra el potencial de la IA para asumir roles específicos dentro de empresas, incluso liderarlas con éxito.
Aunque las limitaciones actuales de la IA no permiten que sea completamente autónoma, su capacidad para trabajar en equipo, tomar decisiones complejas y optimizar procesos la convierte en una herramienta clave para el futuro del desarrollo de software.