Google ha revolucionado el mundo de la computación cuántica con el lanzamiento de su nuevo chip Willow, una pieza de tecnología que promete superar ampliamente a los supercomputadores más avanzados. Según la compañía, este chip es capaz de realizar cálculos en menos de cinco minutos, algo que las máquinas más poderosas de hoy tardarían 10 septillones de años en completar, un período más largo que la propia existencia del universo.
Willow aborda dos de los mayores desafíos de la computación cuántica: los errores y la necesidad de más qubits. Los qubits, o bits cuánticos, son las unidades fundamentales de información en este tipo de computadoras, pero trabajar con más qubits históricamente ha incrementado los errores.
Hartmut Neven, líder del equipo Google Quantum AI, explicó que el chip logra una reducción exponencial de errores a través de avances en corrección cuántica. "Cuantos más qubits usamos en Willow, más reducimos los errores y más cuántico se vuelve el sistema", afirmó Neven. Durante las pruebas, el equipo escaló su tecnología desde una matriz de 3x3 qubits hasta una de 7x7, cortando las tasas de error a la mitad con cada aumento.
Este nivel de precisión no solo establece un nuevo estándar, sino que también sugiere que la computación cuántica opera en múltiples universos paralelos, un concepto respaldado por teorías como las de David Deutsch.
El impacto de la computación cuántica
Aunque aún en sus primeras etapas, la computación cuántica ya muestra un potencial disruptivo. En 2019, Google logró realizar un cálculo en 200 segundos que hubiera tomado 10,000 años a un supercomputador clásico, aunque IBM puso en duda su logro. Sin embargo, con Willow, Google afirma haber alcanzado un nuevo nivel de capacidad.
Los usos futuros de estas máquinas incluyen desde resolver problemas matemáticos complejos hasta desentrañar misterios del universo. No obstante, también podrían transformar áreas como la seguridad digital, al amenazar con hacer obsoletos los métodos de encriptación actuales.
Con la computación cuántica avanzando
rápidamente, queda claro que el impacto de esta tecnología será profundo, tanto
en la ciencia como en la vida cotidiana.
Google pagará 5 millones de dólares a quien encuentre usos prácticos de la computación cuántica