Acabo de leer uno de los descubrimientos más alarmantes del año: 184,162,718 contraseñas quedaron expuestas en una base de datos sin protección alguna. Y lo peor… ¡estaban en texto plano! Sí, leíste bien. Nombres de usuario y contraseñas sin cifrado, sin autenticación y sin seguridad mínima, flotando libremente en internet como si fueran archivos de prueba.
El hallazgo fue realizado por el investigador de
ciberseguridad Jeremiah Fowler, quien accedió a un servidor sin
gestionar y se encontró con una bomba de tiempo de 47,42 GB de
información sin cifrar. Los datos incluyen accesos a plataformas como Microsoft,
Facebook, Google, Instagram, Snapchat, Discord, Netflix, PayPal... y hasta portales
gubernamentales de 29 países.
Lo más escalofriante es que muchas personas confirmaron que sus contraseñas reales estaban allí. Algunas estaban etiquetadas como “senha”, la palabra portuguesa para "contraseña", aunque el resto de los datos aparecían en inglés. Un claro indicio de que el origen de esta filtración podría estar vinculado a operaciones de malware en países lusófonos.
Malware, el verdadero ladrón en las sombras
Todo apunta a que esta base de datos es producto de una
operación masiva con infostealers: programas maliciosos diseñados para
robar información directamente desde los navegadores y aplicaciones. Estos
virus, que se ofrecen como Malware-as-a-Service (MaaS), pueden
ejecutarse y autodestruirse en segundos, dejando pocos rastros y exfiltrando
toneladas de datos en tiempo récord.
Los infostealers no discriminan: atacan desde cuentas de
juegos en línea hasta credenciales de instituciones de salud, educación y
gobiernos. En el análisis de una muestra de 10 mil registros, se hallaron:
- 479
cuentas de Facebook
- 240
cuentas de Google
- 209
de Discord
- Y
más de 100 combinadas de Microsoft, Netflix y PayPal
Cada registro detallaba el tipo de cuenta, la URL del sitio
y la contraseña en texto plano. No eran simples combinaciones aleatorias: se
trataba de credenciales reales, verificadas y perfectamente utilizables para
lanzar ataques de credential stuffing o phishing dirigido.
Aunque el servidor fue bloqueado rápidamente tras la alerta
enviada por Fowler al proveedor World Host Group, el daño ya estaba hecho. El
responsable detrás de esta filtración aún no ha sido identificado, y
todo rastro apunta a dominios privados sin contacto alguno.
Expertos advierten que esta brecha puede desencadenar desde espionaje
corporativo hasta acceso no autorizado a redes gubernamentales. La
amenaza es real, global y ahora mismo, tus contraseñas podrían estar ahí
afuera.
Filtran 3,900 millones de contraseñas robadas y la tuya podría estar en la lista