Desde las primeras armas de fuego hasta los tanques, la evolución de las herramientas de guerra ha sido constante. En tiempos modernos, los gobiernos han recurrido al poder del internet, dando lugar a lo que conocemos como ciberguerra. Esta forma de conflicto permite a las naciones infiltrarse en servidores privados, robar información, espiar dispositivos, e incluso sabotear infraestructuras críticas desde la distancia.
La diferencia entre un ciberataque común y la ciberguerra radica en el respaldo gubernamental. Mientras que los ciberataques pueden ser perpetrados por hackers independientes, la ciberguerra implica ataques organizados por gobiernos contra otros estados. Los objetivos principales suelen incluir infraestructuras críticas, instituciones financieras o incluso sistemas militares. Aquí te presento diez de las herramientas más avanzadas utilizadas en ciberguerra.
1. Robo de datos
El robo de datos es una de las tácticas más comunes tanto en ciberataques como en ciberguerra. Los hackers acceden a dispositivos protegidos mediante programas maliciosos o técnicas de phishing para obtener información sensible.
Un ejemplo es Corea del Norte, que ha sido vinculada a numerosos intentos de espionaje en sectores como la industria química de Corea del Sur y el sector aeroespacial de España. Incluso, hackers rusos intentaron infiltrarse en redes ucranianas para acceder a documentos relacionados con crímenes de guerra. Más allá de los objetivos gubernamentales, universidades y empresas también han sido víctimas de estos ataques.
2. Destrucción de datos
En algunos casos, el objetivo no es robar, sino destruir. Este tipo de ataque puede paralizar empresas enteras. Por ejemplo, en 2012, el gigante petrolero Saudi Aramco sufrió un ataque que destruyó datos en 35,000 computadoras, dejando a la compañía incapaz de operar con normalidad.
Aunque el responsable nunca fue identificado, ataques similares han ocurrido desde entonces, demostrando el impacto devastador de la destrucción de datos en la infraestructura de un país.
3. Robo de moneda digital y alteración económica
El robo de dinero físico ha dado paso al robo de activos digitales. Gobiernos como el de China han sido acusados de robar millones en fondos de ayuda para el COVID-19, mientras que otros intentos, como el ataque al banco central de Bangladesh en 2016, han puesto en jaque a economías enteras.
Con sistemas financieros altamente digitalizados, la posibilidad de un ataque de esta magnitud es una preocupación constante para las naciones.
4. Criptosecuestro (cryptojacking)
Durante el auge de las criptomonedas, el criptosecuestro se convirtió en una herramienta de ciberguerra. Este método consiste en utilizar los dispositivos de las víctimas para minar criptomonedas, lo que consume recursos del sistema y puede paralizar operaciones críticas.
En 2022, hackers respaldados por Irán criptosecuestraron la red de la Junta de Protección del Sistema de Mérito de los EE.UU., afectando su funcionamiento y sembrando caos.
5. Ransomware
El ransomware es una de las herramientas más lucrativas para los hackers. Este tipo de software cifra los datos de la víctima, exigiendo un rescate para liberarlos.
Un ejemplo histórico es el ataque del gusano WannaCry en 2017, que afectó a cientos de miles de computadoras en todo el mundo. Aunque en muchos casos los responsables son grupos independientes, algunos ransomware han sido vinculados a gobiernos, como el de Corea del Norte.
6. Sabotaje organizacional
Los sistemas conectados a internet, desde trenes hasta cámaras de seguridad, son vulnerables al sabotaje. En 2010, el gusano Stuxnet atacó centrifugadoras nucleares en Irán, destruyendo una quinta parte de su capacidad.
Más recientemente, el grupo ruso Fancy Bear saboteó una aplicación utilizada por artilleros ucranianos, lo que permitió a las fuerzas rusas localizar y destruir piezas de artillería.
7. Sabotaje basado en datos personales
En ocasiones, los hackers utilizan información personal para intimidar o desacreditar a sus objetivos. Rusia ha sido acusada de estas prácticas en varias ocasiones, incluyendo la exposición de mensajes privados de periodistas críticos al régimen de Vladimir Putin.
Estas tácticas no solo buscan dañar reputaciones, sino también sembrar miedo y desconfianza entre los objetivos.
8. Manipulación de medios
La desinformación es una herramienta poderosa en la ciberguerra. Desde deepfakes hasta la publicación de noticias falsas, los hackers pueden manipular la percepción pública en tiempos de conflicto.
En la invasión de Ucrania por parte de Rusia, hackers difundieron rumores falsos sobre el estado del presidente Volodímir Zelenski, utilizando videos manipulados y mensajes en estaciones de radio.
9. Ingeniería social y manipulación electoral
La ingeniería social no solo implica el engaño de individuos, sino también la alteración de procesos electorales. En 2016, se acusó a Rusia de intentar influir en las elecciones presidenciales de los EE.UU. mediante el uso de campañas masivas de desinformación en redes sociales y hackeos a sistemas electorales.
Estos esfuerzos subrayan cómo los gobiernos pueden utilizar el ciberespacio para influir en los resultados de elecciones en otras naciones.
10. Espionaje cibernético
Por último, el espionaje cibernético es una de las herramientas más utilizadas en la ciberguerra. Los gobiernos emplean hackers para infiltrarse en sistemas extranjeros y recopilar información clasificada.
China, por ejemplo, ha sido
vinculada a ataques que van desde instituciones médicas hasta desarrolladores
de videojuegos, destacando la amplitud de objetivos posibles.
Este hacker está luchando contra Rusia desde la comodidad de su hogar