El
correo electrónico es la puerta que los ciberdelincuentes pueden utilizar para
poder acceder a otros datos sensibles que les genere algún tipo de lucro. Por lo tanto, es importante implementar algunas medidas de seguridad que nos permitan
mitigar hasta cierta medida los riesgos a los que nos enfrentamos a diario
cuando navegamos por internet y sobre
todo cuando hacemos uso de nuestro correo.
Importante
es recordar que nunca estamos 100% protegidos, pero poniendo en práctica los
siguientes consejos podemos saber que estamos agregando una línea más de
defensa que nos puede generar una relativa tranquilidad. Y a pesar que el título
hace referencia a Gmail (por ser uno de los proveedores más populares), estos
consejos aplican también para otros proveedores de correo electrónico. Con estos consejos reduces la posibilidad
de que tu cuenta de Gmail sea “hackeada”
1. Asegura tu contraseña
Este consejo puede sonar repetitivo, pero la razón de
seguir haciendo énfasis en él, es porque aun miles por no decir millones de personas
no lo ponen en práctica. Debes usar diferentes contraseñas para tus diferentes
cuentas electrónicas por el hecho que si un ciberdelincuente logra obtener la
contraseña de tu email, este intentará usarla en otros sitios.
Los
ciberdelincuentes utilizan diferentes métodos para poder robarte tus
credenciales, desde phishing hasta métodos de fuerza bruta, por ello los tan
trillados tips de no utilizar tus nombres, nombre de mascota, u otros parecido
son buenas practicas que evitaran que puedas ser “hackeado”.
Aunque esto no es una medida
infalible como muchos piensan, si te proporciona un nivel de seguridad más
elevado. Cuando un ciberdelincuente logra obtener el usuario y contraseña de tu
cuenta de correo, es obvio que intentará ingresar a ella. Teniendo
correctamente configurada esta opción, tú puedes lograr disuadir a los crackers
para que no pueden ingresar a tu cuenta y así mantenerte a salvo.
3. No abras correos electrónicos sospechosos
El phishing es uno de los
métodos más comunes y efectivos para poder robarte tus contraseñas. Por ello
debes tener muchos cuidado con los correos electrónicos que te llegan a tu
bandeja de entrada con ofertas “tentadoras”; cómo puede ser el aviso de que te
has ganado un premio, una oferta de empleo atractiva, o cosas similares. Como
lo he escrito otras veces hay que aplicar el dicho, “demasiado bueno para ser
cierto”. La razón fundamental por la que el phishing es bastante efectivo es
porque cada vez son más sofisticadas las acciones de este tipo, a tal punto que
muchos aun conociendo esta amenaza, caen en la trampa.
4. Comprueba la configuración de tu correo electrónico
Los ciberdelincuentes
suelen cambiar la configuración de tu cuenta para reenviar tus correos a sí
mismos. Así ellos pueden darse cuenta si recibes algún correo que contenga
información privada como puede ser: información de acceso o estados de cuenta
bancaria. Ten mucho cuidado y comprueba la configuración de reenvío de correo para asegurarte de
que no se han añadido direcciones de correo electrónicos que tú no
configuraste. Importante que revises todas tus configuraciones de manera
periódica para evitar que los delincuentes de la red puedan robarte tu
información confidencial.
5. Escanea tu equipo en busca de malware
Es innecesario decir que
debes contar con un antivirus actualizado en tu ordenador para protegerte; si no cuentas con uno, les facilitarás el
trabajo no solo a los verdaderos hackers, sino también a muchos lammers, para que estos puedan inyectar algún tipo de código malicioso para poder espiar todos tus movimientos, entre estos los que
haces con tu correo electrónico.
Antes de iniciar sesión en cualquier cuenta electrónica es necesario comprobar que el equipo está “sano”. Como complemento hay que decir que lo mismo aplica cuando usas una computadora de un cibercafé, o en el salón de un hotel; nunca sabemos que puede haber en esos lugares.
Antes de iniciar sesión en cualquier cuenta electrónica es necesario comprobar que el equipo está “sano”. Como complemento hay que decir que lo mismo aplica cuando usas una computadora de un cibercafé, o en el salón de un hotel; nunca sabemos que puede haber en esos lugares.